martes, 18 de septiembre de 2012

Piel Taciturna

Ojos negros de brillantez pronta
Piel blanca de suavidad taciturna
Sonrisa fácil, risa de timbre divino.


Yo te observo incólume
Desde la ignorancia conocida
Sintiendo el roce de tu mirada
Imaginando metáforas
Que probablemente nunca se dirán.

sábado, 15 de septiembre de 2012

La niña y la biblia

Estoy buscando ese versículo en la biblia, no logro encontrarlo, esa niña no deja de verme y ya casi es hora del juicio. Estoy perdido en el tiempo, no se que año es, no se día, solo se que la hora está cerca y que todo depende que encuentre ese versículo apocalíptico que determinará mi final y probablemente de todo un pueblo.
Sigo buscándolo, página tras página, palabra tras palabra y nada, estoy sentado en el escritorio con la iluminación casi por acabarse y nada, por que esa niña me está viendo?, tiene unos ojos negros y profundos, juega y juega pero no deja de verme, parece que conforme pasa el tiempo sus ojos se vuelven más y más negros y profundos, más penetrantes y escrutadores, parecen ver mi alma y saber todo acerca de mí, mientras busco y busco ese versículo apocalíptico que podría salvarme o salvarnos...
"Busca y encontrarás, pide y se te concederá" dice la biblia y mientras yo busco y busco, pasaje tras pasaje van volando en mí mente obsesionada y descarriada de la realidad, imagino lo que narran los versículos como si fueran experiencias propias, tan reales que parece que siento el calor las llamas del carro de fuego y el sabor de la manzana prohibida, se oyen los muebles crujir, se oyen carretas afuera y también el rumor de pasos.
El aire es pesado y difícil de respirar, los ojos de la niña crecen y crecen, parece sus pupilas cubren por completo sus cavidades oculares, ha parado de jugar y se acerca lentamente, como si cada paso fuera decisivo, todos mis sentidos y nervios de repente se paralizan, no puedo moverme, ¡maldito el día que aprendí a leer!, ¡maldito el día en que me ofrecí para hacer esto!, cuando la niña está a unos cuantos pasos de mí, súbitamente se escucha que tocan la puerta y después la abren, la niña me está mirando fijamente, con sus profundísimos ojos negros y lo único que pasa por mi mente es: no lo he encontrado...